¿Quién es Temis? Quizás muchas veces nos hemos preguntado qué representa la diosa que siempre vemos en todo lo que se refiere al Poder Judicial. Solo sabemos que ella representa La Justicia. Pero es de mucha importancia que sepamos el origen real de la diosa Temis o Themis.
La Diosa de la Justicia
Fue la diosa de la Justicia en la mitología griega. En la Ilíada, Temis aparece como asesora de Zeus, el dios de dioses. En los primeros tiempos de la humanidad se consideraba que Temis tenía la potestad de dictar sentencias a los dioses.
La Facultad divina de formular las Sentencias, atribuídas a Temis, lleva a darle a sus resoluciones el nombre de Temista, es decir el plural del nombre de la diosa que representaba la Justicia.
Diosa de la Justicia. La concepción de la potestad a juzgar, idealizada y sublimada así, tuvo de antaño, por base, la generalizada creencia en un orden supremo, influído totalmente por el espíritu divino, que sólo permitía la vida social según principios justos.
El culto que los griegos rindieron a la justicia en las estatuas y en el nombre de Temis no podía dejar de conocerse en Roma, adoradora del Derecho en todas sus formas, y que se concretó en el nombre de Fas.
Orígenes y atributos de la Diosa Temis.
Nació de la unión dada entre Urano y Gea y a su vez, fue madre de las Parcas y de Las Estaciones. Vivió casi siempre en la tierra pero durante la edad de hierro, llena del espanto que le causaron los grandes crímenes que se cometían se trasladó al cielo donde ocupó el lugar del zodiaco llamado Virgo.
Astrea, una de sus hijas, se toma muchas veces por la propia Temis pero juntas forman una sola y única divinidad.
Temis era la diosa de la justicia divina, la cumplidora de los dictámenes de los dioses. Aspecto, Temis empuña una espada con una mano mientras que con la otra sostiene una balanza y como ya es famoso, una venda le tapa los ojos, queriendo indicar que la justicia no entiende de rango, riquezas o intereses particulares. Además, se la sitúa sobre un león para denotar que la justicia debe estar acompañada de la fuerza.